Dic 6, 2011
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Un homenaje a Stanley Vinores

El 1 de Noviembre del 2011, después de una enfermedad que arrastraba desde hace más de dos años, murió Stanley Antony Vinores. Renombrado Investigador, fue el encargado de dictar la conferencia AIVO en el V CONGRESO NACIONAL DE INVESTIGACIÓN EN VISIÓN Y OFTALMOLOGÍA llevado a cabo en Córdoba en octubre del 2008 disertando sobre el tema: “Anti-PlGF as a possible alternative or supplement to anti-VEGF therapy for ocular disease”.

El Dr. Vinores contaba con más de 30 años de investigación utilizando distintos modelos animales, y de ellos veinte fueron haciendo investigación en la retina.

Su titulo de zoólogo le fue otorgado en 1972 por la Universidad Estatal de Pensilvania, luego hizo su doctorado en la Universidad de Texas para finalmente obtener su titulo de Patólogo experimental en la Universidad Estatal de Ohio en 1978. En 1982 estuvo en el NIH trabajando como fellow en neurobiología del desarrollo. Desde 1982 a 1991 fue profesor asociado en Neuropatología y Oftalmología en la Universidad de Virgina, para finalmente desempeñarse como Profesor asociado de Oftalmología en el Wilmer Eye Institute de la Universidad de Johns Hopkins, en Baltimore, Maryland, EEUU.

Allí, mediante técnicas de inmuno histoquímica y electro microscopía e inmunoelectromicroscopía estudió los factores fisiopatologicos de la neovascularización tanto retinal como coroidea, haciendo hincapié en los factores que influían en la regulación de la permeabilidad vascular de la vasculatura retinal. Con casi 100 artículos publicados sobre el tema como también capítulos de textos en la materia es considerado uno de los expertos en investigación de la Barrera hemato-retinal. Su paso por la investigación fue tan productivo en artículos como en la instrucción de Fellows de todas partes del mundo, de los cuales yo fui uno. Acudíamos a su laboratorio en el octavo piso del Wilmer Eye Institute en busca de interiorizarnos de las técnicas para el estudio de la barrera hematocular, que con tanta paciencia y buen humor él nos revelaba.

Tuve la oportunidad de conocer a su linda familia, siendo esta tan extraordinaria como él lo fue. La componían Ann, su mujer y compañera, quien vino a la Argentina en el año 2008 y con mi familia, aquí en Córdoba, tuvimos la oportunidad de devolverles algo de lo mucho que ambos nos brindaron durante nuestra estadía en Baltimore; Melissa, su hija mayor y orgullo, hoy bióloga, con quien tuve la suerte de trabajar en su laboratorio, tan agradable y humilde como sus padres; sus otros tres hijos, Charles, Eric y Tammi, de los cuales no dejaba de hablar todos los días durante su trabajo.

Se fue un gran investigador, docente y amigo. A él este humilde homenaje de AIVO y mío, quienes tuvimos la suerte de compartir su conocimiento.

José D. Luna Pinto